“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”
2 Crónicas 7:14
Ha sido una hermosa segunda semana leyendo lo que Jesús hizo y hace continuamente por nosotras.
Él nos da perdón y nos pide solo dos cosas a cambio, que son:
- Ser humildes. Vernos con humildad es ver nuestra condición en comparación a Dios y Su santidad.
- Buscarle. Buscarle en oración para confesar nuestros malos caminos.
Todas necesitamos el perdón de Dios, todas necesitamos llegar a Su trono de gracia dóciles y obedientes para ser perdonadas.
No importa si lo que has hecho ha sido terrible o insignificante, todas necesitamos el mismo perdón.
Jesús no solo te perdona, también borra tus pecados. Él los arranca y nunca más se acuerda de ellos.
“He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”
Juan 1:29
Nunca olvidemos lo que Jesús hizo por nosotras en la Cruz. Tengamos presente que por Su hermosa sangre somos lavadas y con Su sacrificio también nos hizo aceptas ante Dios Padre.
Todo es gracia de Dios para nuestros corazones humillados y entregados.
Recuerda: eres amada y eres perdonada.
ACERCA DEL AUTOR
Andrea Donoso
Chilena radicada en Puebla, México. Feliz de servir al Señor y a las mujeres de su alrededor. Estudió teología básica en Palabra de Vida Argentina, actualmente continúa sus estudios a distancia en la universidad bautista de Lousiana, Puedes leer más de sus escritos en "Mujer a paso firme"
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