Bendice a otras con tu tiempo devocional



“Alégrate, joven; aprovecha tu juventud. Bríndale placer a tu corazón mientras dure tu adolescencia.”
Eclesiastés 11:9a 

De seguro tú, que estás leyendo esto, tienes un grupo de amigas o solo una mejor amiga y aún no has entendido el poder de influencia que puedes tener sobre ellas. Cuando de amigas se trata, somos unas leonas, nos defendemos sin pensarlo dos veces, somos cómplices y leales a esa amistad.

En la Biblia hay una historia de un grupo de amigos así, que eran súper unidos, cómplices y leales entre ellos y lo más importante, eran leales a Dios. A ellos se los llevaron prisioneros, fueron raptados de su tierra, su familia y su entorno de comodidad, los llevaron ante el rey que había destruido por completo su país y lejos de todo, ellos decidieron tener una relación con Dios. No había padres exigiéndoles levantarse para ir al culto u obligándolos a ir a las reuniones de jóvenes y muchos menos recordándoles todos los días que leyeran su Biblia, que oraran o que tuviesen un momento de intimidad con Dios. Estos jóvenes sabían que solo Dios podía ayudarles, cuidarles y en sus corazones lo anhelaban.

Y esto es lo que Dios quiere de nosotras, que podamos llegar a este nivel de madurez espiritual, donde nadie tenga que andar rogándote o persiguiéndote para que abras Su Palabra o lo buques en oración, Dios quiere que este sentimiento nazca en lo más profundo de tu corazón y se albergue ahí para siempre.

Dios no quiere que te sientas sola buscándole o que te sientas diferente, Dios tiene amigas a las que tú puedes influenciar a tener ese tiempo de comunión con Él, amigas con las que puedes llevar una misma lectura bíblica y compartir, gracias a Dios hoy en día cada vez estamos más comunicados y las distancias están a un solo click.

Nada impide que seas de influencia para otras o que no puedas contarle a tus amigas cómo Dios habló a tu vida, las redes sociales se caracterizan por contarnos en instantes todo lo que haces, lo que comes, dónde vas, con quién estás y contamos con este hermoso ministerio de ADG Jóvenes, donde tenemos bellísimos grupos de estudio vía WhatsApp en los que  puedes compartir, preguntar y orar por otras chicas como tú, que están viviendo luchas y que anhelan en sus corazones agradar a Dios, como lo hicieron Daniel y sus amigos.

Dice la Palabra de Dios que Daniel “propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey.” (Daniel 1:8) y esto influyó enormemente en sus amigos, quienes tomaron la misma decisión que él y fueron hallados “diez veces mejores que todos” (Daniel 1:20). La Palabra de Dios te hace mejor que todos los que te rodean ¿no quieres compartir esto con otros? ¿no quieres que tus amigas prueben esto que te hace diez veces mejor que las demás?

Comparte tu devocional con otras, intégrate a nuestros grupos de WhatsApp o crea el tuyo propio con tus amigas más cercanas y verás como serás de bendición, serás un canal que Dios mismo usará para bendecir a las demás.

Hace un tiempo atrás, con una de mis mejores amigas nos juntábamos diario para hacer un devocional, ella viajaba hasta mi casa o yo a la de ella. No creas que satanás no trató de desanimarnos, fueron muchas las luchas, incluso una de las veces que iba a su casa en bicicleta me atropelló un autobús, pero eso no fue impedimento para nosotras, porque sabíamos que hacíamos lo correcto, por algo el enemigo estaba tan enojado con nosotras. Fue un tiempo tan hermoso, un tiempo que atesoro en mi corazón como uno de los mejores momentos de mi amistad con ella, porque no solo estábamos unidas por una amistad, también estábamos unidas por Dios. Tengo otra mejor amiga, con ella vivíamos en un país extranjero, solo nos teníamos la una a la otra y cada día podíamos juntas descubrir lo que Dios tenía para nuestras vidas. Anímate a ser de influencia y de bendición en la vida de tus amigas, anímate a ser diez veces mejor que esta generación.

Y recuerda que: “cordón de tres dobleces no se rompe pronto.”  (Eclesiastés 4:12b) Que tus amistades tengan el tercer cordón, y que este sea Dios. 







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