Amar es más que una emoción

 


Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, 

y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento.

Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”

Mateo 22:37-39

¿Amamos a Dios completamente? ¿Cuándo alguien te lastima o te trata mal lo amas? ¿Cómo demuestras tu amor?  ¿Eres una dadora de amor por conveniencia?

La Biblia contiene muchos versículos sobre: cómo actuar con justicia (Miqueas 6:8), hacer lo correcto (Isaías 56:1), buscar a Dios (Amós 5:4), vivir por la fe (Habacuc 2:4).

Pero no es una coincidencia que Jesús se centrara en recordarnos que tenemos que amar a Dios y amar al prójimo, resumiendo todo el cristianismo. ¿Pero cómo es posible amar con todo tu corazón, alma y mente?

En Deuteronomio 6:5 se nos anima a amar a Dios con todo nuestro corazón. El amor de Dios se derrama en nuestros corazones por el Espíritu Santo (Romanos 5:5) y se expresa en agradecimiento, alabanzas y cantos.

 

“Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.”
Romanos 5:5

Alma significa psique, aliento o espíritu. El alma tiene sed de Dios como un ciervo buscando por el agua (Salmo 42), un deseo espiritual apasionado. Amando a Dios con nuestras almas, amamos reunirnos con otros que aman a Dios. Amamos a Dios con nuestras almas a través de la oración, el estudio de la Biblia y la buscándole continuamente.

No podemos amar a Dios y no utilizar la Teología. No solo basta con decir “Amo a Dios”, pero no tener un deseo de crecer en su Palabra. En los últimos años se ha enseñado una mentira es que no necesitamos doctrina, sólo necesitamos amor. Si nuestra mente no es utilizada por el Espíritu Santo porque me ocupo de otras cosas y no de buscar al Señor probablemente terminemos como esa semilla que cayó sobre espinos que creció, pero pronto los espinos la ahogaron. (Lucas 8:6-8) 

Amar al dador de la vida eterna es más sencillo que amar a nuestros prójimos, pero Jesús nos recuerda que si esta el Amor de Dios en nuestras vidas debemos mostrar ese amor a los demás.


“Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. 
Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, 
¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?”
1 Juan 4:20 

Míralo desde esta perspectiva:

Si amamos a nuestros hermanos y desobedecemos a Dios, creemos en un evangelio social.

Si amamos a Dios con nuestros corazones, pero no con nuestras mentes, adoramos el emocionalismo.

Si amamos a Dios con nuestra mente y no con nuestro corazón, adoramos el intelectualismo.

Si decimos que amamos a Dios y odiamos a nuestro hermano, somos unos mentirosos.

 

¿Cuál de estas es con la que estas batallando Corazón, Alma, Mente, Prójimos?

 

Para que empecemos a querer a las personas y llegar a amarlas como Dios quiere tenemos que compartir tiempo unos con otros. Por eso es tan importante la iglesia como cuerpo de Cristo no un edificio, en este tiempo de pandemia ¿Tienes un grupo al cual ir? ¿Alguien con quien compartir y crecer espiritualmente?


“Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, 
allí estoy yo en medio de ellos.”
Mateo 18:20 

Amar es más que una simple emoción

Amar a Dios es emocional, intelectual y espiritual. Por eso Jesús nos exhorta a amar a Dios con todo nuestro corazón, alma, fuerza y mente y tambien a amar a nuestro prójimo.

0 Comments