El Dios que Restaura – Introducción

Todas hemos vivido una temporada de espera. Ya sea que estemos en una de ellas en la actualidad o la hayamos experimentado en el pasado, sabemos que habrá más temporadas de espera. Mientras esperamos y anticipamos cosas en esta tierra, también sabemos que estamos esperando algo más. En última instancia, estamos esperando que Jesucristo, nuestro Salvador y Rey eterno, regrese y restaure completamente a Su pueblo y establezca Su reino en la tierra. 

El Adviento es una temporada de recuerdo y de espera. Esperamos el regreso de Cristo, recordando las promesas que Él ya ha cumplido. Dios prometió enviar un Mesías para salvar al mundo del pecado y la muerte. Jesucristo, el Hijo de Dios, vivió una vida perfecta, murió una muerte sacrificial y fue devuelto a la vida. En Su primera venida, Él redimió al mundo del pecado. Cuando Él regrese, Él restaurará completamente a Su pueblo y establecerá Su reino en la tierra.

En Su primera venida, Jesús restauró nuestra relación con Dios que había sido rota por el pecado; cuando regrese, restaurará al mundo del dolor y el sufrimiento, de una vez por todas. El Adviento es una temporada de expresar alegría. Podemos encontrar alegría mientras esperamos y recordamos porque sabemos a quién estamos esperando. Esperamos con gozo el regreso de Cristo, creyendo que la restauración y redención que Él trae será completa. Al alabar a Dios por la primera venida de Cristo y Su obra salvadora, encontramos gozo. Mientras esperamos Su regreso, descubrimos el gozo de saber que todos nuestros anhelos finalmente se cumplirán en Él. 

También es una temporada de reflexión y meditación. Cuando María experimentó la noticia del nacimiento de Juan el Bautista y su embarazo con Jesús, se humilló y reflexionó sobre todo lo que estaba sucediendo. Se preparó para la llegada de Cristo, el Mesías, en tranquila disposición. La primera venida de Jesús comenzó como un bebé y lo condujo al sacrificio y la muerte. ¡Su segunda venida comenzará con un toque de trompeta y nunca terminará! 

Durante este estudio prepararemos nuestros corazones para celebrar el nacimiento de Cristo. Mientras luchamos contra las demandas y presiones del mundo, reflexionemos y alabemos a Dios por el increíble regalo de Su Hijo. La Navidad es una celebración de Su nacimiento y Su vida, muerte y resurrección. Durante el Adviento, esperamos. Nos preparamos; recordamos. Reconocemos nuestro quebrantamiento y expresamos nuestra alegría. ¡Estudiemos juntas la Palabra de Dios mientras esperamos, no solo la Navidad, sino también Su regreso! 

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