Elegir vivir una vida que honre a Dios es
costoso. Pero ten presente que nos hace diferentes. A medida que nuestro mundo
se aleja cada vez más de Dios, nuestras vidas deberían reflejar más la
presencia de Dios en ellas, no por arrogancia, sino por nuestro amor a Dios.
Sé que no es fácil. La marea cultural en la que
vivimos es fuerte. Es implacable. Por eso, a lo que nos aferramos es aún más
importante. ¿Por qué? Porque si no nos aferramos intencionalmente a la verdad,
a lo que Dios dice que es correcto e incorrecto, entonces podemos encontrarnos
trágicamente arrastrados por la corriente de nuestra cultura. Elegir vivir
apartados es una lucha. Es vivir una vida que es cualquier cosa menos pasiva.
Si somos creyentes en Cristo, sabemos que este
mundo no es nuestro hogar, y mientras esperamos ansiosamente a nuestro Salvador
resucitado, debemos aprovechar al máximo los días que se nos han concedido.
Elegir vivir de una manera que honre a Dios y lo refleje ante un mundo que está
siendo arrastrado por la corriente destructiva de nuestra era es la forma en
que vivimos apartadas.
Cuando elegimos vivir consagradas para la
gloria de Dios, señalamos sin reparos la razón de nuestra fortaleza, la razón
de nuestra esperanza y la razón por la que nuestras vidas se ven diferentes.
Se supone que nuestras vidas deben brillar como
una ciudad en lo alto de una colina para que todos la vean. Una ciudad que
sobresale, destacada en el oscuro cielo nocturno. Una ciudad que brilla, no por
sí misma, sino por su amor a Dios. Dios es la razón por la que puede resistir
la oscuridad y distinguirse. Y Dios es la razón por la que nosotras también
podemos hacerlo.
“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad
asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una lámpara y se
pone debajo de un almud, sino sobre el candelero para que alumbre a todos los
que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los demás, para que vean
vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
Mateo 5:14-16
AFÉRRATE FUERTE A JESÚS, QUERIDA Y DULCE AMIGA
Sé que todo se ve oscuro en nuestras vidas y la
marea en la que nos encontramos es arrasadora, pero aférrate fuerte a Jesús,
querida y dulce amiga. Puedes contar con Él. Elige hoy hacer brillar tu luz
para Jesús mientras vives una vida apartada.
Estamos agradecidas con Dios por tu vida, sabemos que no es casualidad que estés aquí, hemos orado por ti, y es po ello que te esperamos este 15 de Enero para comenzar el reto de 4 semanas estudiando cómo vivir una vida que glorifique a Dios.
Únete junto a otras mujeres en uno de nuestros grupos de estudio por WhatsApp. CLICK AQUÍ
¡Te esperamos!
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