¿Has sentido alguna vez como que no perteneces a
un lugar determinado?¿ Puede ser que tus valores y creencias no sean
valorados?. Es más, puede ser que se opongan activamente a ellos. No estás
sola, no te preocupes. Este mundo no es nuestra casa para siempre. Es solamente
una sombra de lo que vendrá. Sin embargo, estamos llamados a vivir aquí.
Nuestras vidas tienen que ser diferentes cuando entregamos fielmente nuestros
días a Dios.
En el libro de Daniel, el pueblo de Dios vivía
en medio de la confusión. Creían que la forma en que vivían no importaba.
Después de muchas advertencias, Dios permitió que su pueblo fuese derrotado.
Los babilonios tomaron el poder, y llevaron a Babilonia a los jóvenes, a los
nobles y a los que consideraron útiles. Su objetivo era entrenarlos en las
costumbres de Babilonia.
Vamos a estudiar cómo reaccionaron estos jóvenes
al vivir en un lugar tan diferente de lo que habían conocido. Probablemente se
sintieron inclinados a aislarse una vez en Babilonia o comenzar a integrarse en
la cultura circundante, pero Dios llamó a su pueblo a vivir fielmente donde Él
los había colocado. Debían tratar de bendecir a la ciudad y a la gente que los
rodeaba guiando a otros hacia Dios. Dios quería transformar los corazones de su
pueblo.
Del mismo modo, Dios quiere que nosotros también
recorramos este camino. Mientras esperamos ansiosamente el regreso de Jesús,
hemos de procurar bendecir a las personas que nos rodean mostrándoles a Jesús.
Debemos entregar nuestros días a Cristo y permitir que el Espíritu Santo
trabaje en el desarrollo de nuestro carácter, la actitud de nuestros corazones,
y la forma en que elegimos vivir a través de las diferentes estaciones de la
vida.
A pesar de los numerosos días difíciles, Daniel
permaneció fiel tanto en los pequeños como en los grandes desafíos. Su vida se
distinguió por contar fielmente a toda la nación el poder de Dios. Al final del
libro, Dios le dio a Daniel visiones, pero le animó a que el bien triunfará al
final de los tiempos. Dios tenía un plan para redimir a su pueblo.
¿Has pensado alguna vez que Dios te ha colocado
donde estás, entre las personas que conoces, con un propósito distinto? Dios te
hizo único. Te ama y te valora. Puedes vivir una vida diferente que con
confianza lleve a la gente a Aquel que salva. Que este estudio te ayude a
crecer en tu conocimiento y amor de nuestro fiel y firme Dios mientras Él
transforma tu corazón para ser más como Cristo y vivir fielmente en un mundo
sin fe.
¿Has considerado alguna vez que Dios te ha
colocado donde estás, entre las personas que conoces, con un propósito
específico?
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