La clave de la Pureza

 


¿Cómo puede el joven guardar puro su camino?

Guardando Tu palabra.

Salmos 119:9-16 NBLA

 

Como seres humanos somos imperfectos, desde que nacemos nuestra naturaleza es pecadora e impura. Y no solo eso, sino que nuestros deseos muchas veces nos hacen daño, pues tenemos un corazón engañoso, al que no podemos entender. A pesar de que pueden sonar terribles todos estos aspectos de nuestra humanidad, es reconfortante saber que tenemos un Creador que es perfecto y que tiene planes de bien para nosotros.

 

Dios como Creador de todo el universo y de cada ser humano, conoce a la perfección Su creación y, a pesar de que para nosotros es difícil entendernos a nosotros mismos o entender a otras personas, Él conoce todo de cada uno de Sus hijos. Él sabe nuestras necesidades, capacidades, anhelos y todo lo que hay en nuestro corazón. 

 

Quizá te puedas preguntar ¿cómo es posible que Dios sepa todo de mí, si para mí, mi propio corazón resulta engañoso y desconocido muchas veces? La respuesta es sencilla y es, que somos el diseño de un Dios perfecto y cuando nos creó lo hizo a Su imagen y semejanza (Génesis 1:27). Así como un arquitecto conoce perfectamente el funcionamiento y las características del espacio que diseñó para construirse, así nos conoce Dios, porqué fuimos diseñados por Él y para Él.

 

A pesar de nuestra naturaleza imperfecta fuimos creados con la capacidad de ser transformados y de tener una nueva vida en Jesús. El versículo inicial nos da la clave para guardar pureza en nuestro camino y esta es, guardando la Palabra de Dios.

 

La Palabra de Dios es como un manual de instrucciones, nos ayuda a conocer más de Él; nos ayuda también a conocer todas Sus promesas y el propósito que hay para nosotros, es por eso que, cuando la guardamos y la llevamos a la práctica, Su Palabra se hace viva y nosotros nos hacemos cada vez más más semejantes a Él. Cuando leemos la Palabra nos preparamos para alcanzar ese propósito por el cual fuimos creados.

 

Dios en Su inmensidad y en Su perfección, nos permite crecer y ser transformados a través de Su Palabra. Por ello, debemos comprender que la Biblia no es un libro cualquiera, sino un tesoro vivo al que tenemos la dicha de acceder para ser nuevos y tener un camino puro que, por sí solos y con las dificultades de este mundo, no podríamos tener ni merecer.

 

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos.

Penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos,

y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón.

Hebreos 4:12 NBLA

 

Este versículo revela la esencia de la Palabra y nos ayuda a entender que es un regalo sobrenatural y poderoso. Su palabra tiene el poder de llegar hasta lo más profundo de nuestra alma y nos ayuda a entender y aclarar nuestros pensamientos y lo que hay en nuestro corazón.  

               
La Palabra es un manual que nos acerca a Dios, nos revela el plan del Creador para Sus hijos

y nos muestra la esencia y la inmensidad de Su perfecto amor.




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