"De madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de Ti,
mi carne te anhela"
Salmos 63:1
Primero que nada ¿qué es un hábito?
Bueno, un hábito es una acción
llevada a cabo con regularidad. Ésta es aprendida e inculcada a fuerza de
repeticiones y requiere de compromiso racional. Los hábitos pueden ser
provechosos o perjudiciales para nuestra vida.
Se dice que 66 días bastan para
forjar un hábito nuevo, lo que significa que luego de dos
meses de sostener una actividad o conducta con la regularidad necesaria,
podremos fijarla e incorporarla a nuestra conducta. Entonces, podremos empezar
a considerarla un hábito.
¿Por qué la importancia de un hábito
devocional?
Ser cristiano no es una religión, es una
relación. Nuestra vida no se basa en prácticas rituales sino en nuestra
comunión con Dios a través de Jesucristo.
Cuando oramos no lo hacemos porque Él lo
exija, sino porque queremos estar cerca Suyo. Así mismo, un tiempo devocional,
u hora silenciosa, es una cita regular que tenemos en Su Presencia, donde nos
enfocamos en Cristo mediante la lectura de la Biblia, oración y crecimiento en
Él, bloqueando las distracciones a nuestro alrededor. El mantener un
tiempo devocional no es el punto central de nuestra fe, sino mantener una
relación cercana con nuestro Salvador.
Pero seamos realistas… probablemente se
nos hace difícil mantener un hábito devocional a diario. Tal vez la
escuela/universidad/trabajo/familia ocupan mucho de nuestro tiempo. Podemos
decir que este es un problema muy frecuente entre la juventud cristiana en todo
el mundo. No es que no queramos pasar un tiempo a solas con Dios, es que las
ocupaciones se interponen en nuestro camino.
¡Nuestra vida es la suma
total de todas las pequeñas decisiones que tomamos!
¿Cómo puedo formar un hábito devocional?
1. Tiempo y Lugar
Piensa: ¿qué momento del
día es el más adecuado para mí? Si no estableces tiempos, lo más probable es
que no puedas mantener constancia. Así que ponlo en tu calendario, en tu
teléfono o escríbelo en tu agenda.
Piensa también ¿en dónde
puedes concentrarte mejor y con la menor distracción posible? Tal vez sea
una habitación en particular o un asiento favorito. Solamente elige un lugar
que te ayude a ser constante, donde no te veas interrumpida o tengas
distracciones.
2. Motivación y Persistencia
Nos centramos en
el qué, pero no entendemos el cómo: ¿qué es lo que quieres ser? ¿cómo
quieres ser conocida? ¿como una hija de Dios, una mujer que le busca antes que
a nada, una esposa/hija que honra?
Muchas veces no vemos un
progreso lo suficientemente rápido: el 92% de las personas se da por
vencido en sus propósitos de Año Nuevo, por ejemplo. Pero no olvides que los
pequeños pasos son los que forman hábitos fuertes, la constancia es vital.
Nuestra identidad
distorsionada sabotea nuestro éxito: si un día fallas, levántate y no
dejes que otro día vuelva a ser de la misma manera.
3. Fuerza de Voluntad
De la misma manera ponte
un tiempo que sepas que puedes cumplir, un estudio de 2 horas no nos hará más
espirituales que uno de menor tiempo. No se trata de cantidad, sino de calidad.
Entonces, en lugar de
proponerte leer la Biblia entera este nuevo año (que igualmente te animamos a
que lo hagas), podrías proponerte terminar de leer Proverbios en enero, ¡o por
qué no unirte a nosotras en un estudio bíblico de Ama a Dios Grandemente! ¡cuatro
semanas con un sistema fácil que puedes hacer en 20 minutos al día!
Recuerda que es una preciosa
relación con Dios y que Jesús se aseguró de tener tiempo a solas
también.
“Levantándose muy de mañana, cuando todavía estaba
oscuro, Jesús salió y fue a un lugar solitario, y allí oraba.”
Marcos 1:35.
Las personas exitosas hacen
consistentementelo
que ot ras personas hacen ocasionalmente.
Pequeñas, Elecciones
Inteligentes + Consistencia + Tiempo = Diferencia Radical.
Darren Hardy
0 Comments