Genesis 1:2
Dios, teniendo el poder de crear y formar
cosas con solo hablar, decidió establecer primeramente orden en una tierra
desordenada y vacía… ¿te habías dado cuenta de ese detalle?
Nos dice Su Palabra en los primeros versículos
de Génesis “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba sin orden y vacía”. Pensando en
por qué Dios decidió comenzar Su creación de esta manera, recordé que un día
Dios me encontró en esta misma circunstancia, desordenada y vacía, si bien yo era
Su creación, por dentro estaba en un desorden total.
Elohim, Dios Creador, nos planta en el vientre
de nuestras madres y nos da vida, somos formadas, crecemos y nacemos. Y luego
nuestra vida, al pasar los años, se torna en una constante toma de decisiones
que van definiendo nuestro carácter y nuestra forma de ser. Pero llega un punto
en común, un alto en el camino, donde nos sentimos solas o no entendemos el
propósito de vivir o de ser. En ocasiones este punto llega debido a una
circunstancia puntual: enfrentar una pérdida, una separación o una crisis. Es
aquí donde algunas personas tenemos un encuentro con Dios y Él comienza a
trabajar en nuestras vidas separando, moldeando y creando cosas nuevas.
Lo primero que vivimos es una separación entre
la luz y las tinieblas. Al ser hijas de Dios pasamos de muerte a vida, de las
tinieblas a la luz admirable; hay cosas en nuestras vidas que deben comenzar a
irse, porque la luz con las tinieblas no tiene relación alguna (2 Corintios
6:14). Podemos ver cómo desde Génesis uno, Dios nos da ese principio
fundamental en la vida espiritual.
Pensemos un momento en esa área de nuestra
vida, donde no estamos haciendo una separación, puede ser una relación amorosa
o una amistad, una actitud o nuestra forma de hablar que no estén mostrándonos
como una hija de Dios. Hoy Él nos quiere recordar que somos luz y que uno de
nuestros propósitos es alumbrar en medio de un mundo oscuro “Vosotros sois
la luz del mundo” (Mateo 5:14).
Todas tenemos un comienzo espiritual, quizá algunas
hace mucho tiempo, otras tal vez recientemente, pero todas hemos experimentado
el cambio que Dios obra en nuestras vidas.
Dios, en Su soberanía y control sobre todas
las cosas, tiene planes especiales para ti; quiere comenzar a formar en tu vida
cosas nuevas, que den fruto y que sean provechosas. Para esto es necesario
comenzar a realizar separaciones que en ocasiones pueden ser dolorosas, que conllevan
un proceso personal que debes realizar de la mano de nuestro Dios, descansando
en la confianza de recordar que donde Él habla comienzan a suceder cosas y
cosas buenas.
No te desanimes pensado que Dios no puede
trabajar en tu vida, que el caos que tienes es demasiado grande porque, aunque
es difícil pensar que algo bueno puede salir de un desorden, podemos recordar que
Dios hizo el hermoso mundo natural que conocemos de una tierra que estaba
desordenada y vacía. Él puede hacer lo mismo contigo. No sé qué estas viviendo,
pero deja que Dios tome control de tu vida, deja que Su Palabra comience a
ordenarlo todo.
Él es quien llena las nubes de agua para regar
los lugares secos, Él es quien controla los vientos y es quien a los rayos de
las tormentas manda dónde caer, Dios tiene el poder para ordenar cualquier área
de tu vida que hoy se encuentre desordenada, confía en Él y déjalo en Sus manos.
Si te sientes sola y vacía, llena esos espacios con la lectura bíblica, habla
con Él en oración, Su oído está atento a tus palabras y Él comenzará a llenarte
de lo necesario para ti.
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