Una
manera de destruir nuestro cuerpo y nuestra alma es no dándoles descanso, pues ambos
lo necesitan. Sin embargo, los afanes, las dificultades y los deberes cotidianos
están a la orden del día. Muchas veces tenemos una agenda apretada los siete
días de la semana y aún quisiéramos que el día tuviese más horas para seguir
haciendo más cosas. Es muy importante saber que necesitamos descansar. ¿Sabías
que en la Biblia la palabra “descanso”
se menciona por primera vez en Génesis 2: 2–3?
“Cuando llegó el séptimo día,
Dios ya había terminado Su obra de creación, y descansó de toda Su labor. Dios bendijo el séptimo día y lo declaró
santo, porque ese fue el día en que descansó de toda Su obra de creación.”
(NTV)
Hay
tres puntos que quiero mencionar de este pasaje:
1. Dios descansa
Pero
espera, ¿acaso Dios se cansa? Evidentemente no, Él no es limitado como los
seres humanos, cuando leemos que Dios descansó no significa que Dios estaba
cansado y necesitaba descansar. Sabemos que Dios es Omnipotente, Todopoderoso y
jamás se cansa. Entonces, ¿qué significa que Dios reposó en el séptimo día?
Simplemente, que dejó de hacer lo que estaba haciendo y contempló Su obra
creativa terminada “y bendijo el día
séptimo y lo santificó”, ya que este sería sombra a través de lo que
representa Jesucristo y Su obra.
2. El Día de Reposo o día de
descanso de los israelitas
Dios
utilizó el ejemplo de Su descanso en el séptimo día de la creación para
establecer el principio del Día de Reposo para Su pueblo escogido. En Éxodo
20:8-11 vemos que el cuarto de los Diez Mandamientos que El Señor entregó a
Moisés era "acordarse" del día de reposo y "santificarlo”. Un
día de cada siete, los israelitas debían descansar de sus trabajos y darles el
mismo día de descanso a sus sirvientes y animales. Esto era un total cese de
labores cotidianas. El Día de Reposo o Sabbat simbolizaba la venida del Mesías,
quien proporcionaría un descanso permanente para Su pueblo.
3. El descanso del cristiano
Para
el cristiano, Jesús es nuestro Día de Reposo porque es "Señor del Día de Reposo"
(Mateo 12:8). Como Dios encarnado, no existe ningún otro reposo además de
Jesús. Solo Él satisface los requisitos de la Ley y solo Él proporciona el
sacrificio que expía el pecado. Él es la provisión de Dios para nosotros,
permitiéndonos descansar de nuestras propias obras. No nos atrevamos, pues, a
rechazar este único Camino de salvación (Juan 14:6).
Dios
toma en serio el descanso, porque descansar requiere que confiemos en Él.
Cuando dejamos de trabajar o de esforzarnos, renunciamos al control sobre el
resultado de nuestros esfuerzos. El descanso no es algo natural para nosotras,
nos encanta estar siempre y en todo momento ocupadas. Pero cuando estamos
sobrecargadas de trabajo y de un sin fin de actividades, somos más vulnerables
a desobedecer a Dios. La definición de "descanso" se aplica también a
nuestros espíritus. Dios anhela refrescar nuestros espíritus y renovar nuestra
fuerza.
Querida
amiga, obedecemos a Dios cuando liberamos la ansiedad y la tensión de nuestras
vidas y confiamos en que Él cuidará de nosotras, por ello tú también necesitas
descansar.
Para
finalizar, dos recordatorios:
Tú debes saber que Dios no se
cansa como nosotros; debes saber que Su inteligencia es más de lo que
imaginamos.
Y debes saber que Su poder ha
creado todo lo que existe.
Isaías 40:28 TLAI
Luego dijo Jesús: «Vengan a mí
todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y Yo les daré descanso.
Mateo 11:28 NTV
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