Por una eternidad con Él



Recientemente, escuchaba el testimonio de Joni Eareckson Tada; sinceramente, nunca había escuchado de ella y me impactó mucho saber que a sus 17 años sufrió un accidente, mientras nadaba, que le causó una fractura cervical que la dejo tetrapléjica ¿te lo puedes imaginar? Ella cuenta que vivió días muy oscuros mientras estaba en el hospital, con una vida incierta por delante. En una ocasión asistió a una campaña evangelista esperando un milagro en su cuerpo, sin embargo, esto no pasó y su corazón fue lleno de depresión y amargura, se encerró en su cuarto esperando que su vida terminara. Pero aun allí, en ese lugar oscuro y sintiendo que Jesús estaba lejos de ella, su ser alababa a Dios y ella no entendía el porqué. Cuarenta y seis años después ella cuenta lo dura que ha sido su vida, pero que a pesar de ello entendió que si Dios no permitía una sanidad en su cuerpo habría una razón, comprendió que Jesús estaba más interesado en sanar su interior que su exterior, sanar la amargura, la queja, la falta de gratitud y transformarlo todo para bien suyo y de muchos más.

El que ama su vida la pierde y el que aborrece su vida en este mundo la conserva para vida eterna. Juan 12:25 LBLA

A veces nos enfocamos más en los problemas que nos rodean y solo buscamos a Dios para que nos ayude y los quite de nuestras vidas, pero no vemos más allá de ello. Él nos pule con amor a través de ellos para poder prepararnos para una Eternidad con Él, porque ese debe ser nuestro mayor anhelo.

Talvez no tenemos una discapacidad física, pero puede que sí tengamos una a nivel Espiritual. El testimonio de Joni nos enseña algo:  vivir como tetrapléjica no es nada fácil, pero el gozo con el que ella comparte de Jesús es lo que nos debe motivar a llevar el Evangelio, para que aquellos que aún no han escuchado o que se han alejado por las dificultades de este mundo, vengan al arrepentimiento.

Estas cosas os he hablado para que en mi tengáis paz, en el mundo tenéis tribulación, pero confiad yo he vencido al mundo.  Juan 16:33 LBLA

Jesús le dijo: Yo soy el camino y la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mí.  Juan 14:6 LBLA

El Señor fue muy claro al decirnos que íbamos a tener aflicciones, pero también nos recuerda que cada una de ellas han sido vencidas por Él y que Él es el único camino, la verdad y la vida. Yo anhelo poder estar con Él un día, ¡espero que tú también! Mientras tanto, sé que Él tiene que pulir muchas cosas en mí y le pido que lo pueda hacer; saber que no estoy sola porque Su Espíritu Santo mora en mí es algo que muchas veces el enemigo quiere que olvide, él pretende que piense que Dios se olvida de mi vida y que está distante, pero no es cierto. Yo he creído, hoy más que nunca estoy segura de que Él nunca me ha dejado ni me dejará, la promesa a la que más me aferro es a la que me asegura que podré estar una Eternidad con Él. Hoy te invito a que lo anheles tú también.

 



 

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