Los procesos que no te derrumban solo te hacen más fuerte
“Sean de espíritu sobrio, estén
alerta. Su adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a
quien devorar. Pero resístanlo firmes en la fe, sabiendo que las mismas experiencias
de sufrimiento se van cumpliendo en sus hermanos en todo el mundo.”
1 Pedro 5:8-9 (NBLA)
Esta porción de las escrituras nos
hace hallar verdadero consuelo; la instrucción que nos da para las experiencias
de sufrimiento que como hijos de Dios podemos atravesar es muy clara. Dentro de
la instrucción, nos manda a estar alertas en momentos de aflicción, cuando
posiblemente pasamos por cansancio emocional y espiritual en los que el enemigo
suele atacarnos y someternos a tentaciones, ante nuestro corazón vulnerable. Durante
esos momentos debemos mantenernos más que nunca firmes en la fe y con un
espíritu atento, recordando que Dios nos acompaña en todo proceso, fortaleciéndonos
y afirmándonos.
El pasaje finaliza dando a conocer
que nuestros sufrimientos y padecimientos fueron vividos por otros hermanos en
la fe. Esto es consolador, pues en momentos difíciles, en nuestra humanidad,
podemos llegar a cuestionarnos muchas cosas, incluyendo el poder de Dios y nuestra
confianza en Él. Podemos preguntarnos ¿por qué estamos atravesando
dificultades, pruebas o tentaciones? La Palabra es clara, nos dice que lo que
nosotras podamos atravesar hoy, también otros hijos lo padecen o lo han
padecido en otro tiempo.
Esta porción puede recordarnos otra
promesa de las escrituras:
“No os ha sobrevenido ninguna
tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os
dejará ser tentados más de lo
que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la
salida, para que podáis soportar”
1 Corintios 10:13 (RV1960)
Dentro de nuestra vida espiritual y
nuestro caminar en Cristo podemos ser tentados por el enemigo, pasar por
situaciones o batallas que de algún modo ponen a prueba nuestra fe. Este pasaje
nos hace ver el cuidado de Dios en esos procesos, claramente nos dice que Él no
permitirá ninguna tentación que en nuestra humanidad no podamos atravesar y que
no permitirá que pasemos batallas que no podamos resistir. Nos muestra una
finalidad, pues si Él permite que seamos probados es porque Él ya nos ha dado
una salida y nos mostrará y dará lo necesario para soportar y vencer.
Los
procesos son difíciles, pero debemos recordar que somos hijos de Dios y, como
tales, podemos confiar en el hecho de que cada circunstancia nos ayuda para bien
(Romanos 8:28). Podemos y debemos
recordar también que, si el enemigo quiere hacernos caer es porque sabe que
somos importantes en el Reino y que tenemos un propósito glorioso. Y debe saber
además que los procesos y pruebas que él usa para
derrotarnos, Dios los utiliza para levantarnos, para formarnos y para hacernos
cada vez más semejantes a Él.
0 Comments