“El Señor va delante de ti: Él estará contigo,
no te dejará ni te desamparará. No temas ni te intimides.”
Deuteronomio 31:8 NBLA
Como
seres humanos, sabemos que el miedo y la debilidad nos acompañan por naturaleza
en ciertos momentos de nuestra vida, como hijos de Dios no estamos libres de
sentir miedo o de sentirnos débiles. Sin embargo, Dios es puntual en Su palabra
para darnos guía y consuelo ante esos momentos en los que podemos sentirnos de
esta forma.
En el
versículo inicial podemos ver una promesa linda y poderosa, Dios dice que Él estará con nosotros y que por esto no
debemos sentir temor. La palabra de Dios no solo nos consuela a través de
promesas sino también mediante los testimonios de Sus hijos, aquellos que llamó
y transformó. Para hablar de cómo Dios transforma el miedo y nuestras
debilidades recordaremos a Moisés.
Moisés
antes de ser llamado por Dios era un pastor de ovejas, cuando fue llamado a
liberar al pueblo de Israel y a hablar al Faraón en Su Nombre, respondió
haciendo ver que él era tartamudo y que no era bueno para hablar (Éxodo 4:10).
Moisés le dio a conocer a Dios que no se sentía apto para la tarea y para el
llamado y, para justificarse, le dio a conocer su debilidad. Ante esto Dios le
recordó Su poder, que Él es quien da capacidad al ser humano de hablar y
también le dijo que lo respaldaría (Éxodo 4:11-13).
Éxodo
nos cuenta cómo el pueblo de Israel fue liberado y liderado por Moisés, nos
muestra también que Dios los guió en su salida y les dio protección en todo
momento. Para Moisés no fue fácil
recibir y aceptar el llamado, sin embargo, lo hizo; fue obediente y creyó en la
promesa de Dios.
Cuando
Moisés lideró, dejó de ser un tartamudo y no solo eso, fue usado como la voz de
Dios, él revelaba al pueblo las instrucciones de Dios y se convirtió en un
verdadero líder.
Esto nos
hace recordar una promesa más de la Biblia que habla de la transformación de
nuestras debilidades:
“Y Él me ha dicho: «Te basta Mi gracia, pues Mi poder se perfecciona en la debilidad».
Por tanto, con muchísimo gusto me gloriaré más bien en mis
debilidades,
para que el poder de Cristo more en mí.”
2 Corintios 12:9 NBLA
Nuestras
debilidades son transformadas por medio de Su poder, esta es de las promesas y
palabras más grandes y más confortadoras que hay. Como humanos tenemos
numerosas debilidades, es común sentir preocupación por esas debilidades, pero
en la Palabra vemos claramente que las
debilidades son oportunidades para que Su Poder se haga perfecto en nosotros.
Moisés
tenía una debilidad, quizá esa debilidad le provocaba miedo, pero por eso Dios
lo escogió a él, porque vio una oportunidad para perfeccionar Su poder y para
cumplir Su propósito de una forma gloriosa. Ese cumplimiento se hizo posible
por la fe y la obediencia de Moisés.
Si tienes una debilidad hoy, Dios la ve como una oportunidad,
Él la ve con propósito para seguir haciéndose perfecto en ti. Solo necesitas decirle que sí.
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